LA COCINA (ME) SANA: ALBÓNDIGAS DE LA AMONA MIREN

Últimamente no me están saliendo las cosas como a mi me gustaría. Hay veces en la vida en que las cosas se tuercen y te sientes frustrado. Hay momentos en los que te gustaría comerte el mundo y lo único que te comes es un plato de albóndigas jaja. ¿Pero acaso no pueden ser esas albóndigas las que nos sanen y nos hagan sentir mejor?

La cocina para mi es la mejor terapia para relajarme, desconectar y aclarar mis ideas, la cocina en mi caso (me) SANA, y es por ello que quiero retomar esta locura del blog, porque me divierte y me hace feliz. En esos momentos de bajona y desgana, no podemos dejar de hacer esas cosas que nos hacen sentir bien, porque si lo hacemos estaremos condenados a no salir de ese espiral de apatía del que a veces somos culpables.

Es por ello que he decidido que la primera receta que quiero hacer para este nuevo arranque sean estas ALBÓNDIGAS DE LA AMONA MIREN, que es mi abuela y una de las personas que me ha transmitido la pasión por el papeo y la cocina. Así que esta receta va dedicada para ella.

Es una receta llena de amor y tradición, en la que no solo aprenderéis a hacer unas albóndigas de chuparte los dedos, los antebrazos y los codos, sino que también conoceréis a la rubia favorita de mi familia después de mi tía, mi prima, Anne Igartiburu y Leticia Sabater: LA SALSA RUBIA.

Esta salsa se convertirá en tu mejor aliada para hacer todo tipo de guisotes ricos y reconfortantes: puede ser la base de unas albóndigas, un cordero guisado o unas manitas de cerdo en salsa rubia gustosísimas.

Sin más dilaciones, vamos a coger la ternera por los cuernos y a explicar como hacer estas deliciosas albóndigas.

Los INGREDIENTES para esta receta son los siguientes:

• 1/2 kg de carne picada de ternera

• un puñado de pan rallado

• 1 ajo picadísimo

• sal

• dos huevos

• harina

• dos cebollas grandes

• un puerro

• dos zanahorias

• vino blanco, mejor si es especial para cocinar (lo venden en el súper)

• aceite de oliva

PASO A PASO:

1. Ponemos la carne picada de ternera en un bol, al que añadiremos también los dos huevos, el puñado de pan rallado y el ajo muy muy picado. Mezclamos todo hasta que quede una masa uniforme. Si vemos que esta demasiado blanda y se nos pega mucho a las manos, podemos echar un poquito mas de pan rallado.

2. Formamos bolas no muy grandes con la masa y las enharinamos, lo que evidentemente significa pasarlas por harina.

3. Freímos las albóndigas en la cazuela donde luego haremos la salsa. Antes de freírlas tenéis que sacudir bien la harina sobrante de las bolas. En la tercera imagen de este bonito collage están las albóndigas ya fritas, que como veis tienen que quedar bien doraditas. Las reservamos.

4. Ahora vamos a proceder a hacer la madre de todas las salsas, al menos en mi casa. LA SALSA RUBIA. En la misma sartén o cazuela donde hemos frito las albóndigas ponemos la cebolla muy picada y echamos un buen pellizco de sal. Tenemos que pocharla a fuego lento hasta que quede transparente y doradita. Cuando la cebolla esta en este punto, añadimos el puerro y la zanahoria y seguimos pochando hasta que todo este bien blandito.

5. Cuando tenemos la verdura bien pochada añadimos las albóndigas que teníamos reservadas y todo el juguito que hayan soltado y subimos un poco el fuego. Añadimos un vasito de vino blanco y le damos UN BUEN FOGONAZO para que todo el alcohol se evapore. Cuando ya no huela a alcoholazo, cubrimos las albóndigas con agua y dejamos guisar media hora a fuego medio alto, para que el agua se evapore un poco.

6. Cuando haya pasado la media hora pescamos las albóndigas y las reservamos para poder triturar la salsa rubia, para que quede como en la tercera imagen. Volvemos a introducir las albondigas en la salsa y seguimos guisando otros 10-15 minutos para que el sabor se concentre.

Y ya está! Esto está chupado, no me digáis que no. Hasta un austrolopithecus podría hacerlo. Tengo que decir que esta receta gana con los días, es decir, estas albóndigas están mas ricas aún si te las comes al día siguiente o a los dos días de haberlas cocinado, como la mayoría de los guisos.

Espero que os animéis a probar la receta y si lo hacéis, contádmelo en los comentarios.

Abrazo de oso!